Pavimento vinílico

Trabajamos con los mejores fabricantes de suelos de vinilo PVC.

Pavimentos óptimos para infinidad de usos: oficinas, colegios, hospitales, tiendas, centros comerciales, baños, cocinas, guarderías, pistas polideportivas, etc.

Son pavimentos muy higiénicos a la vez que aportan un confort y decoración en los lugares donde se instalan.

Pavimentos elaborados con materias primas seleccionadas y responsables, sin materiales pesados, sin disolventes, sin formaldehídos, 100% materiales reciclables. Siguiendo todas las normativas europeas concernientes a su elaboración y uso.

Los pavimentos de vinilo PVC llevan un tratamiento Sanosol evitando proliferación de hongos y bacterias (bacteriostático)

Tratamiento Protecsol, sin encerrados de por vida, reducen drásticamente el uso de productos químicos, fácil y económica limpieza y de agua.

Los fabrican en rollos, losas, lamas, autoportantes, en diferentes espesores, con diferentes subbases, que les confieren un grado de resistencia apto para diferentes usos y en infinidad de diseños. En imitación piedra/cemento o madera, lisos, jaspeados, veteados, etc.

Como ocurre con la mayoría de productos sintéticos, las propiedades de este material pueden variar mucho en función de su composición química y del proceso de fabricación. Sin embargo, como características comunes a los suelos de vinilo o PVC se pueden mencionar la buena resistencia a la abrasión, la impermeabilidad, antideslizantes, acústicos, y la fácil limpieza.

El suelo de PVC puede clasificarse en dos grandes grupos: homogéneos (compuestos de una sola capa) y heterogéneos (compuestos de varias capas, con la capa superior de uso).

El suelo continuo se comercializa en forma de rollos de grandes dimensiones, normalmente con anchos de entre 2 y 4m, y longitudes variables (usualmente en torno a 20 o 25 ml) Estos suelos son calientes y suaves al tacto, y con grosores superiores a los 3mm presentan cierto acolchado. Habitualmente las juntas entre tallas se biselan y sueldan con cordón de PVC en caliente, con lo que el suelo pasa a ser estanco y resulta muy cómodo para la limpieza.

El acabado de la capa de uso junto con las diferentes subbases son las que les confieren la propiedad final de uso: que sea antideslizante, que sea conductivo, acústico, tráfico intenso, comercial, residencial, etc.

Las losetas o lamas de vinilo son rígidas y duras. Frecuentemente, el PVC es sólo un revestimiento superficial adherido a un soporte de otro material. Sus características son una gran estabilidad frente a diversos agentes químicos, estanqueidad, resistencia a la abrasión, baja conductividad y facilidad de limpieza y mantenimiento. Al igual que los suelos continuos, pueden presentar distintos tipos de colores y dibujos, imitación piedra, madera.

Trabajamos con los mejores fabricantes de suelos de vinilo PVC.

Pavimentos óptimos para infinidad de usos: oficinas, colegios, hospitales, tiendas, centros comerciales, baños, cocinas, guarderías, pistas polideportivas, etc.

Son pavimentos muy higiénicos a la vez que aportan un confort y decoración en los lugares donde se instalan.

Pavimentos elaborados con materias primas seleccionadas y responsables, sin materiales pesados, sin disolventes, sin formaldehídos, 100% materiales reciclables. Siguiendo todas las normativas europeas concernientes a su elaboración y uso.

Los pavimentos de vinilo PVC llevan un tratamiento Sanosol evitando proliferación de hongos y bacterias (bacteriostático)

Tratamiento Protecsol, sin encerrados de por vida, reducen drásticamente el uso de productos químicos, fácil y económica limpieza y de agua.

Los fabrican en rollos, losas, lamas, autoportantes, en diferentes espesores, con diferentes subbases, que les confieren un grado de resistencia apto para diferentes usos y en infinidad de diseños. En imitación piedra/cemento o madera, lisos, jaspeados, veteados, etc.

Como ocurre con la mayoría de productos sintéticos, las propiedades de este material pueden variar mucho en función de su composición química y del proceso de fabricación. Sin embargo, como características comunes a los suelos de vinilo o PVC se pueden mencionar la buena resistencia a la abrasión, la impermeabilidad, antideslizantes, acústicos, y la fácil limpieza.

El suelo de PVC puede clasificarse en dos grandes grupos: homogéneos (compuestos de una sola capa) y heterogéneos (compuestos de varias capas, con la capa superior de uso).

El suelo continuo se comercializa en forma de rollos de grandes dimensiones, normalmente con anchos de entre 2 y 4m, y longitudes variables (usualmente en torno a 20 o 25 ml) Estos suelos son calientes y suaves al tacto, y con grosores superiores a los 3mm presentan cierto acolchado. Habitualmente las juntas entre tallas se biselan y sueldan con cordón de PVC en caliente, con lo que el suelo pasa a ser estanco y resulta muy cómodo para la limpieza.

El acabado de la capa de uso junto con las diferentes subbases son las que les confieren la propiedad final de uso: que sea antideslizante, que sea conductivo, acústico, tráfico intenso, comercial, residencial, etc.

Las losetas o lamas de vinilo son rígidas y duras. Frecuentemente, el PVC es sólo un revestimiento superficial adherido a un soporte de otro material. Sus características son una gran estabilidad frente a diversos agentes químicos, estanqueidad, resistencia a la abrasión, baja conductividad y facilidad de limpieza y mantenimiento. Al igual que los suelos continuos, pueden presentar distintos tipos de colores y dibujos, imitación piedra, madera.